LA CAJA TONTA

Estoy realmente sorprendido, pero hasta ahora no podía decir nada porque esperaba llegar a septiembre para descubrir si realmente era cierto lo que pensaba, y si, ha sido completamente cierto. Llegó la Eurocopa de fútbol y se empezó a dejar de hablar de la prima de riesgo, era como si ya no interesara, como si no fuese ya con nosotros, y luego se retomó el tema y se habló de nuevo unos días sobre la dichosa prima, pero llego agosto y las vacaciones, y nos olvidamos completamente de la prima de riesgo, del Ibex 35 y de todos los indicativos financieros.

Y es que parece, que los españoles por naturaleza nos aborregamos con espectáculos deportivos, y este verano ya no se debatía sobre donde nos iba a llevar la prima de riesgo, si el gobierno iba a pedir el rescate o no, se hablaba de las medallas que iba a conseguir la selección, del fracaso de la selección olímpica de fútbol y claro, como siempre con la mirada puesta en la caja tonta.

Una caja tonta manipulada por los gobiernos a su antojo, una prensa que en vez de informarnos, nos desinforma, y entre todos, lo que  hemos conseguido es tener unos medios informativos que nos manipulan a su antojo, que nos hacen ver y sufrir con los que ellos quieren, que deciden, que es y que no es un problema en un momento dado, y sin embargo, los problemas siguen estando ahí, sigue sin haberse solucionado el tema de la prima de riesgo, que por cierto, todavía sigue por los 540 puntos, mientras que el Ibex no llega a los 7500 puntos.

Todos los gobiernos se quejan de RTVE, que dicen que es la televisión del gobierno, pero yo opino que no solo es esa cadena, sino todas las cadenas, cada cual manipula la información a su antojo, a sus intereses políticos, porque la que más y la que menos, tienen el apoyo de un grupo político y hace que la misma información se pueda ver de distinta manera, simplemente porque no existe la imparcialidad den los medios de comunicación.

Desde estas líneas, un tirón de orejas a los medios de información, para que realmente nos informen sin manipularnos, que creo que somos lo suficientemente inteligentes como para poder procesar por nosotros mismos la información recibida y tomar nuestras propias decisiones sin que nadie nos induzca a ello.