Ideologías.

Estoy observando en estas elecciones autonómicas, que los candidatos de los principales partidos políticos, o al menos la gran mayoría, están dejando de utilizar la marca de sus partidos, quizá para que no se les una a los innumerables casos de corrupción que afloran cada día, o bien porque al ser unas elecciones más locales, se busca el voto personal, incluso en campañas más pequeñas como pueden ser las locales, observo que se hacen grandes alardes de las cosas conseguidas por la persona, no por el partido político al que pertenecen, o por el cual se han presentado.

Aquí en mi localidad, Torrent, no se habla de los 4 años de mandato que ha tenido el PP, sino de los 4 años de mandato que a tenido Mª José, incluso ella misma ha creado una propia marca MJC, y se ha llegado a crear un grupo de “Voluntarios MJC”, no siendo el partido político que representa el que hace las cosas, sino que se dice que es ella la que lo ha hecho, ¿acaso no la puso ahí y no ha recibido el apoyo de su partido? Parece ser que todos los afiliados, simpatizantes y colaboradores del PP de Torrent no han hecho nada, todo ha sido éxito de Mª José y los voluntarios de su marca.

Todo esto da mucho que pensar, sobre todo el tema de las ideologías, Si nos fijamos en los programas electorales de los partidos principales PSOE y PP, aunque los de este año todavía no están, pero por lo que dicen se puede saber por donde van los tiros, las diferencias son mínimas, ya no se hacen unas propuestas de izquierda o de derecha, sino que ambas, siguiendo el modelo de economía de DOWNS-HOTELLING, se van agrupando hacia el centro para conseguir la mayor parte de los votos.

Por suerte para algunos y para desgracia de otros, ya no se puede decir que el PSOE sea un partido de izquierdas y el PP un partido de centro, sino que ambos han movido sus ideologías hacia el centro en busca de más votantes.

Yo recuerdo que antiguamente, solo leyendo los programas electorales, sin ver de quien eran, podías decir si eran de un partido de izquierdas o derechas, hoy eso no es así, los de la izquierda ya no solo apoyan a los trabajadores, ni los de la derecha solo apoyan al capital, sino que llegan incluso a solaparse en algunos aspectos sociales y económicos, lo que les permite obtener los votos de votantes indecisos, y de los  mal llamados votos útiles, aunque no sean coherentes con sus convicciones e ideologías políticas.